martes, 26 de noviembre de 2013

¿Comemos peor que nuestros antepasados​​?

Grasas industriales , aditivos alimentarios , transgénicos , pesticidas , carbohidratos refinados... parece que estemos viviendo en la época de las grandes plagas alimentarias.


Los defensores de la alimentación natural opinan que los alimentos modernos provocan cánceres, alergias, obesidad y diabetes.



Probablemente tengan parte de razón pero también creo necesario recordar que el pasado suele pintar más bonito de lo que en realidad fue.



Para empezar, es cierto que nuestros abuelos no estaban tan grasos como nosotros. Dicen que es porque no eran tan sedentarios como nosotros pero me temo que la principal razón es que pasaban mucha hambre.



Al menos eso era lo que me contaba mi abuelo. Él tuvo suerte de vivir en el campo. Esto le permitía comer más a menudo que los de la ciudad por la simple razón de que estaba más cerca de la comida. Durante la posguerra se requisaban las cosechas pero siempre se podía esconder parte del grano para alimentar a la familia.



Los peores recuerdos eran de la época de la mili. Los que no tenían la suerte de trabajar en la cocina pasaban un hambre terrible. Tanta, que la afición preferida de los reclutas para ocupar el tiempo libre era ir a robar manzanas a los campos cercanos. Los dueños de los campos daban buenas palizas a los ladrones cuando los sorprendían pero eso no los disuadía de volverlo a intentar al día siguiente.



También otro pariente, que vivía en ciudad, contaba en sus memorias que de pequeño robaba algarrobas de los barcos del puerto. Es una simpática anécdota de antes de la guerra.


La cotización de la algarroba está actualmente por los suelos.

Después de la guerra se vivieron situaciones mucho peores. Fíjaos en este relato de la vida en los campamentos de refugiados:


"En alguno de aquellos primeros amaneceres, pude contemplar, como si fuera un horrible escenario de sombras chinescas, como una procesión de bisoños matarifes, seguían las huellas de algún animal que iban a sacrificar, generalmente alguna vaca o mulo, no importaba demasiado, armados de hachas, cuchillos o cualquier objeto cortante con el que poder proveerse de un pedazo de carne tan pronto alguien se decidiera dar al animal su primer cuchillazo.

El animal, ignorante de su suerte, caminaba arrastrado por la brida de su conductos, y como estaba amaneciendo, con el mar de fondo sólo se adivinaban sus siluetas, lo que le daba un aspecto fantasmagórico e irreal, lo mismo que a los del grupo que le seguían.

En cuanto la primera arma había abatido al pobre animal, una nube, como de buitres hambrientos, se arrojaba sobre la presa para ver quién sacaba la mejor tajada de la inocente víctima."

Esta escena se repitió durante varios días hasta que no quedó ningún caballo, vaca o mulo en aquellos campos."


Extraído del libro 1936-1945 de Joan Magich Capella.





Así que, si queremos responder a si antes se comía mejor que ahora, habría que preguntarse a qué época nos estamos refiriendo. Porque quizás es cierto que quizás hoy tenemos muchos problemas relacionados con una mala alimentación. Pero si en el pasado no había ninguna epidemia de sobrepeso quizá era sencillamente porque gran parte de la población pasaba hambre.

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